Una mala estrategia puede hacer parecer que envÃas spam, ¡incluso cuando no es tu intención! Estos son algunos de los errores que podrÃas estar cometiendo y cómo solucionarlos.
El correo electrónico es una de las verticales de marketing más efectivas, tanto para marcas grandes como pequeñas, excepto cuando haces spam. Con el email marketing, le brindas acceso directo a las personas que más se preocupan por tu marca y lo que representa, pero a veces no lo haces del todo bien.
¿Tu tasa de apertura está disminuyendo? ¿O estás alcanzando la temida tasa de cancelación de suscripción del 1%? (dependiendo de tu industria, 0,49% se considera "normal"). ¿O tal vez simplemente, no estás obteniendo el tipo de éxito que esperas de tus esfuerzos de email marketing?
Aunque no me guste decirlo, el problema podrías ser tú. Tus suscriptores pueden pensar que estás enviando spam por correo electrónico. ¿Has considerado que tu estrategia de email marketing podría estar arrojando una mala imagen de tu negocio?
Una mala estrategia puede hacerte parecer un spammer, ¡incluso cuando no lo eres! Entonces, ¿cómo cambiar tu estilo y convertirte en un buen remitente de correo electrónico? Estos son algunos de los errores que podrías estar cometiendo, que están llevando a tus suscriptores a percibirte como spammer y cómo solucionarlos.
Antes de continuar, si lo prefieres puedes ver este contenido en video:
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Una persona promedio recibe hasta 117 correos electrónicos al día relacionados con el consumo, sin incluir los correos electrónicos relacionados con el trabajo. Es decir, la mayoría de las bandejas de entrada de las personas están abarrotadas. Por esta razón, si envías varios correos electrónicos a la semana, o incluso al día, es posible que abrumes a tu audiencia.
Esto no significa que no puedas hacerlo, solo que debes considerar si estás ofreciendo suficiente valor que justifique estos envíos. Podría estar bien que envíes un mayor volumen de correos electrónicos en ciertas épocas del año, como por ejemplo antes del Black Friday o justo antes de un lanzamiento.
Pero, ¿realmente necesitas enviar tus correos electrónicos más de una o dos veces por semana? Nuevamente, para la mayoría de las empresas, ¡siempre hay excepciones! Enviar demasiados correos electrónicos, puede molestar a tus suscriptores y reducir la eficacia de tu estrategia de email marketing.
Piensa detenidamente si todos los suscriptores de tu lista realmente necesitan toda la información que les envías. ¿Les estás ofreciendo valor? Entonces considera la posibilidad de consolidar tu contenido en un solo correo electrónico, o de segmentar tu lista.
Estas estrategias reducen el volumen general de tus envíos y aumentan el valor de cada correo electrónico. Además, compara tu frecuencia de envío frente a las métricas de tasa de apertura. Si después de aumentar tu frecuencia, un mes después disminuye tu tasa de apertura, probablemente estás enviando demasiados correos electrónicos.
Enviarle a toda tu lista el mismo contenido, además de hacerte perder una oportunidad, puede hacerte parecer un spammer. En su lugar, intenta personalizar tu mensaje.
La personalización te ayuda a destacarte en las bandejas de entrada, aumenta las tasas de apertura y te ayuda a establecer relaciones más sólidas con tu audiencia. Enfoca tu estrategia en enviar contenido personalizado, según los intereses y necesidades de tus suscriptores.
Segmenta tu lista de correo electrónico o pídele a los usuarios que te digan qué tipo de contenido les interesa. Segmentar tus listas u obtener las preferencias, es especialmente importante si eres un remitente de alta frecuencia, o tienes listas con más de 2,000 personas.
De no hacerlo, tus suscriptores pueden dejar de interactuar y cancelar su suscripción. Además, si se sienten abrumados por un contenido que no les interesa, pueden incluso marcarte como spam.
¿Has estado enviando correos por un año o más, y has comenzado a notar que tu tasa de apertura cae de manera lenta y constante? Puede ser que algunos de tus suscriptores simplemente están ignorando tus correos electrónicos después de un tiempo, en lugar de darse de baja. O quizás su bandeja de entrada ha notado una falta de actividad y comenzó a colocar tus correos electrónicos en una categoría que nunca miran.
La mala noticia es que los proveedores de correo electrónico, también utilizan el compromiso para filtrar los correos electrónicos. Este método lo inició Gmail en 2016, y los demás han seguido su ejemplo. Estos filtros de spam se han vuelto bastante poderosos, ya que juzgan la participación por suscriptor y no solo por remitente. Es por eso que te recomiendo configurar un correo electrónico de bienvenida, para garantizar la participación de tus suscriptores desde el principio.
Asegúrate de eliminar de tus listas a los suscriptores inactivos que no hayan abierto tus correos electrónicos en más de un año, o en 6 meses si los envías más de una vez al mes.
Puedes enviar correos electrónicos de forma gratuita desde el hosting de tu sitio web. Aunque generalmente tienen un límite de envío diario de correos electrónicos, parece una excelente manera de ahorrar dinero. El problema es que los hosting no están configurados para enviar correos electrónicos.
A los spammers también les encantan los hosting, porque les permiten enviar correos electrónicos y tienen direcciones IP con una reputación bastante buena. Encuentran formas de aprovechar su capacidad de envío y comienzan a explotar sus debilidades, incluso si es solo por un corto período de tiempo. Aunque los hosting han mejorado cómo prevenir este tipo de abusos, ya que afectan su negocio, aún ocurren.
Asegúrate de enviar correos electrónicos desde un servicio de envío confiable. Aunque tiene un costo, estás pagando por la experiencia y los conocimientos específicos que un hosting no suele tener: la capacidad de entrega de correo electrónico.
Una de las razones por las que el email marketing es tan eficaz como estrategia, es porque se basa en permisos (o así debería ser). Solo le envías correos electrónicos a las personas que te han indicado que desean recibirlos.
Ser transparente significa asegurarte de que las personas sepan a qué se están suscribiendo, cuando se unen a tu lista de correo electrónico. Si se inscriben en un seminario web, por ejemplo, asegúrate de informarles que también se unirán a tu lista de email marketing. Nunca extraigas correos electrónicos de sus redes sociales, de eventos de redes, ni agregues a esas personas a tu lista de correo electrónico sin su permiso.
Usa un doble opt-in y define la frecuencia de envío de tus correos electrónicos y el contenido. Además, solicítale a los usuarios que agreguen tu dirección a sus contactos, para ayudarte a evitar el filtro de correo no deseado.
Los filtros de spam están configurados para capturar tantos correos electrónicos no deseados como sea posible, antes de que lleguen a la bandeja de entrada. Lo hacen a través de algoritmos y reglas basados ??en el comportamiento común de los spammers.
Para estos filtros, si parece spam y suena como spam, ¡probablemente sea spam! Las palabras desencadenantes incluyen palabras engañosas o exageradas como:
Evita las palabras desencadenantes del filtro de spam más populares y evita "vender" demasiado tus correos electrónicos. Utiliza títulos auténticos y atractivos, en lugar de los títulos en MAYÚSCULAS que presionan demasiado.
El nombre de remitente es el que le dice a los destinatarios de quién proviene tu correo electrónico. Este nombre debe ser claro y permitirle al suscriptor saber claramente quién se lo está enviando. A riesgo de parecer obvio, este es un ejemplo de cómo los nombres de los remitentes suelen aparecer en Gmail:
Aunque parece bastante simple, algunos remitentes intentan ser creativos y no le dan importancia a este nombre. Ten en cuenta que el remitente suele ser lo primero que ven las personas cuando miran tu correo electrónico; deja en claro quién se lo envía.
Usa el nombre de una persona real, si es posible, o al menos usa un nombre de marca reconocible. Si usas varias versiones de tu marca (por ejemplo eBags, pero también LLC), elige la versión más simple y reconocible de tu marca.
Comprar direcciones de correo electrónico puede parecer una buena idea cuando estás comenzando. Por unos cientos de dólares, obtienes acceso a miles de direcciones de correo electrónico a los que enviarle tus increíbles mensajes, ¿verdad? Pero la verdad es, que comprar correos electrónicos es una mala idea que no funciona.
Además de que no tienes manera de verificar la validez de esas direcciones, esa misma lista podría haberse vendido docenas de veces y podría ser ilegal. Consulta las leyes de tu país sobre esto, ya que varían según el lugar del mundo en el que te encuentres.
No compres listas de correo electrónico. Nunca. Además de ser ineficaz, comprar o alquilar listas de correo electrónico es ilegal en muchas áreas y no es aprobado por la mayoría de los servicios de correo electrónico. Además reduce las tasas de entrega y te hace parecer un spammer.
Si ya cometiste este error, limpia tu lista y elimina los correos electrónicos comprados. En su lugar, utiliza estos consejos para hacer crecer tu lista de forma orgánica.
El título de tu correo electrónico es muy importante. ¡Es tu única oportunidad para involucrar, inspirar y alentar a los destinatarios a hacer clic para abrir tu brillante correo electrónico! Pero, es posible que estés exagerando un poco, si estás utilizando títulos engañosos o de estilo clickbait.
Para fomentar la confianza y construir una relación sólida con tu lista, el título debe mostrar claramente el contenido de tu correo electrónico. No le prometas a tus suscriptores una oferta increíble, si les estás enviando el mismo 10% de descuento que enviaste la semana pasada. O no les digas que los artículos se están agotando, si es para fomentar las compras. Sé auténtico, honesto y directo.
No engañes usando líneas de asunto engañosas o exageradas. Hacerlo, sólo daña la relación que estás tratando de construir con tu audiencia. Lo más probable es que una línea de asunto de estilo clickbait te de una cancelación de suscripción, en lugar de un clic.
En su lugar, usa un lenguaje claro y directo para describir de qué trata tu correo electrónico y qué pueden esperar si lo abren. Está bien usar tu creatividad, pero ten cuidado de utilizar un lenguaje demasiado embellecido o hacer afirmaciones exageradas.
Como lo mencioné antes, el email marketing siempre debe basarse en permisos. Si alguien ya no quiere recibir tus correos electrónicos, es simple: déjale darse de baja de tu lista.
No ocultes el enlace para cancelar la suscripción y no conviertas la salida de tu lista en un proceso de cinco pasos. Además de ser spam, es posible que estés infringiendo las leyes de protección de datos, al no cumplir con las solicitudes de cancelación de suscripción.
Es bastante fácil: cuando alguien se dé de baja, asegúrate de eliminar su correo electrónico de tu lista. No intentes ocultar el botón para cancelar la suscripción, ni pongas obstáculos para salir de tu lista.
Si bien es correcto facilitar la cancelación de la suscripción, no dudes en preguntar por qué se van. Esta información puede darte una idea de qué estás haciendo mal.
Adjuntar archivos en tu correo electrónico, es una forma rápida de llegar directamente a los buzones de correo no deseado. Además, los archivos aumentan el tamaño de tu correo electrónico, lo que hace que tarden más en cargarse.
Este tiempo de carga es particularmente importante en los dispositivos móviles, donde más del 55% de las personas abren su correo electrónico. Pero, ¿y si realmente necesitas enviar un archivo? ¿O qué pasa si ofreces una guía o un libro electrónico como lead magnet?
Siempre que sea posible, evita adjuntar archivos en tus correos electrónicos, especialmente si no los han solicitado. La mayoría de los usuarios no los abren porque podría tratarse de un virus. Hacerlo puede ser una gran señal de alerta, incluso si tus intenciones son honorables. En su lugar, coloca el documento o archivo en tu sitio web y agrega un enlace en el que puedan hacer clic para descargarlo, si así lo desean.
Una advertencia: si envías un recurso gratuito a cambio de una suscripción a tu boletín, no compliques el proceso. Simplemente envía el enlace con algunas líneas de texto. De lo contrario, el destinatario puede sentir que estás tratando de ocultar el recurso.
Si te estás preguntando "¿soy un spammer?" y estás empleando alguna de las estrategias anteriores, la respuesta es clara: sí, eres un spammer. O, al menos, tus suscriptores te perciben como tal y necesitas hacer algo lo antes posible para cambiar su percepción.
El primer paso es reevaluar tu estrategia de email marketing. Intenta enviar solo contenido relevante y atractivo, en el que tus clientes estén interesados, ??y sé sincero sobre tus intenciones. Además, considera la frecuencia con la que envías tus correos electrónicos y haz pruebas A/B de tu contenido.
Hacerlo te ayudará a descubrir cuál es la mejor opción para tu audiencia. Sigue estos consejos y serás un buen remitente de correo electrónico en poco tiempo.
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