Las pruebas A/B en el email marketing

Hacer pruebas A/B, te permite ver qué versión del mismo contenido, obtiene la mayor participación de tu público objetivo. Esto puede ayudarte a aumentar la tasa de conversión y la tasa de clics.

Como propietario de un negocio, sabes lo importante que es crear una lista de correo electrónico y participar en el email marketing. Pero tal vez también te preguntes cómo enviar correos electrónicos más efectivos.

¿Cómo aumentar la cantidad de suscriptores que abren tus correos electrónicos, interactúan con tu contenido y hacen clic en tus enlaces? La respuesta es comenzar a hacer pruebas A/B en tus campañas de correo electrónico.

Qué son las pruebas A/B

Las pruebas A/B, también conocidas como pruebas divididas, son el proceso de enviar dos versiones de un mismo correo electrónico a tus suscriptores. Los correos electrónicos son casi idénticos, con solo una variable cambiada.

Por ejemplo, usar un botón para el llamado a la acción al final de un correo electrónico, y utilizar un hipervínculo en el otro correo electrónico. A partir de ahí, examinas los resultados para ver qué correo electrónico funcionó mejor.

Si estás empezando con las pruebas A/B, comienza con algo pequeño. Una vez que inicies, comenzarás a descubrir una gran cantidad de información sobre tus suscriptores de correo electrónico. Las pruebas A/B de correo electrónico pueden ayudarte a descubrir estas ideas y más:

  • Qué líneas de asunto resuenan más con tu audiencia
  • Si el uso de un botón o un hipervínculo mejora tu tasa de clics (CTR)
  • Qué prefieren tus suscriptores, si imágenes o correos electrónicos de texto sin formato
  • Si personalizar la línea de asunto, aumenta la tasa de apertura

Para aumentar las conversiones y mejorar tu estrategia de email marketing, las pruebas A/B en tus campañas son imprescindibles. Afortunadamente, comenzar es relativamente fácil.

Beneficios de las pruebas A/B

Aunque las pruebas A/B pueden parecer tediosas en un principio, sus beneficios superan con creces las desventajas. Su mayor beneficio, es que te muestran lo que funciona y lo que no funciona con tus suscriptores. Imagínate iniciar tu próxima campaña de correo electrónico sabiendo exactamente qué decirle a tus suscriptores.

Conoces el tipo de asunto que los animará a abrir el correo electrónico, qué tipo de contenido incluir, dónde colocar tu CTA y cómo hacer que sea lo más eficaz posible. También sabes cuándo enviarlo, para obtener la máxima tasa de apertura y qué día de la semana tus suscriptores estan más comprometidos. Toda esta información es posible con las pruebas A/B, porque te permiten descubrir las estrategias más efectivas para interactuar con tu audiencia.

Cómo hacer pruebas A/B

Cuando haces una prueba A/B, envías dos versiones del mismo correo electrónico, cambiando solo un elemento entre ellas. Por ejemplo, puedes probar diferentes líneas de asunto, longitudes de correo electrónico u horas del día para enviarlo.

Luego, analizas los resultados para determinar qué versión resonó más con tu audiencia. Esta información te permite tomar decisiones más informadas sobre tus campañas de correo electrónico en el futuro.

Qué probar en un correo electrónico

Una de las principales razones por las que muchas personas evitan las pruebas A/B, es que no saben qué probar. La lista de variables que puedes probar es interminable, por lo que es difícil saber por dónde empezar.  Estos son los siete elementos con los que puedes empezar a hacer pruebas A/B.

La línea de asunto

La línea de asunto, es uno de los factores más importantes en la tasa de apertura de un correo electrónico. Es lo que atrae a tus lectores y los hace decidir si abrir o no tu correo electrónico. Son diversas las variables que puedes probar en tus líneas de asunto.

Por ejemplo, prueba diferentes longitudes para el texto e intenta variar el tono y la voz. También puedes probar si las preguntas o declaraciones aumentan la tasa de apertura, o si agregar el nombre del destinatario a las líneas de asunto individuales ayuda. Actualmente, se está deliberando si a los suscriptores les gustan los emojis en la línea del asunto y este podría ser otro elemento en tus pruebas A/B.

El nombre del remitente

Muchas empresas no piensan en el nombre que usan, cuando le envían correos electrónicos a sus suscriptores, pero puede tener un efecto significativo en la tasa de apertura. El uso de un nombre personal, en lugar del nombre de una empresa, a menudo aumenta las tasas de apertura. Haz pruebas para verificar si esto es cierto para tu audiencia, antes de enviar una campaña completa de esa manera.

Para hacerlo, selecciona a un pequeño grupo de suscriptores y haz una prueba A/B usando el nombre de tu marca, versus un nombre personal en el campo de remitente. Analiza qué correo electrónico obtiene una mayor tasa de apertura.

La plantilla

Es una buena idea ver qué tipo de plantilla de correo electrónico prefieren tus suscriptores. Prueba diferentes paletas de colores para ver cuál funciona mejor, y prueba los correos electrónicos HTML frente a los correos electrónicos de texto sin formato.

Si incluyes imágenes, varía su tamaño y ubicación en tu correo electrónico. Las imágenes pueden ayudar o dañar  a tu marca, así que averigua qué tipo de imágenes prefieren tus suscriptores.

La primera oración

Otra variable a probar, es la primera oración de tu correo electrónico. La primera oración, marca el tono de todo el mensaje y también aparece como texto de vista previa en la bandeja de entrada de tu suscriptor.

Dependiendo de las aplicaciones de correo que utilicen, tus suscriptores generalmente ven los primeros 40 a 90 caracteres, así que usa cada palabra con prudencia. Juega con diferentes palabras y frases en tus correos electrónicos de prueba. Hacer bien esta oración, podría mejorar tu tasa de apertura en un 45%.

La hora del día

La hora del día en que envías un correo electrónico, es un factor importante para el éxito de una campaña de email marketing. Pasadas 24 horas después del envío, la posibilidad de que un suscriptor lo abra cae por debajo del 1%, y es importante enviarlo cuando es más probable que lo vea.

Para encontrar el mejor momento para enviarle un correo electrónico a tus suscriptores, prueba tu campaña en diferentes momentos durante el día. Por ejemplo, envíale el correo electrónico a un grupo por la mañana y a otro grupo a primera hora de la tarde. Si bien es imposible encontrar la hora perfecta, te da una idea de si las mañanas, las tardes o las noches, funcionan mejor para tus suscriptores.

El día de la semana

Los días con las mejores tasas de respuesta, varían mucho según la industria. Por ejemplo, si vendes productos de comercio electrónico y te diriges a una audiencia B2C, es posible que veas una mayor participación los fines de semana.

Por otro lado, una audiencia B2B es probable que esté más comprometida durante un día laborable, cuando está trabajando. Envía campañas de prueba para ver si tus tasas de apertura son más altas los fines de semana, o los días de semana. A partir de ahí, prueba diferentes días entre sí.

Los llamados a la acción

El llamado a la acción es posiblemente la parte más importante de un correo electrónico, porque motiva a tu audiencia a hacer clic o realizar conversiones. Prueba diferentes variables de llamados a la acción para ver qué funciona mejor con tus suscriptores.

Comienza por analizar si es más probable que los suscriptores hagan clic en un botón, o en un hipervínculo. A partir de ahí, comprueba si cambiar el color del enlace o el botón, marca la diferencia.

Varía también la ubicación de tu CTA. Por ejemplo, si normalmente envías correos electrónicos de formato largo, coloca varios botones a lo largo del correo electrónico. También puedes variar ligeramente la redacción y el tono, para ver qué resuena más con tus suscriptores. Hazle seguimiento a los resultados y aprende a enviar correos electrónicos de alta conversión.

Cómo realizar pruebas A/B en el email marketing de forma eficaz

Es el momento de configurar tu prueba A/B con tu proveedor de correo electrónico actual. Aunque este proceso puede variar según el proveedor, debería ser bastante sencillo. Sigue estos cuatro pasos para realizar tus pruebas A/B.

1. Elige una variable para probar

Comienza por decidir qué variable deseas probar con tu audiencia. Esta elección depende en gran medida, de la métrica que deseas mejorar en tus campañas de email marketing. Por ejemplo, si tratas de mejorar la tasa de apertura, prueba dos líneas de asunto diferentes.

También puedes probar si el uso de un nombre personal, frente al nombre de una empresa en la línea del remitente, marca la diferencia. Si tratas de mejorar la tasa de clics, prueba si un botón o un hipervínculo para tu llamado a la acción funciona mejor, o si cambiar su posición marca una diferencia significativa.

2. Crea dos versiones del mismo correo electrónico

A continuación, crea dos versiones diferentes del mismo correo electrónico. Por ejemplo, supongamos que deseas ver qué línea de asunto mejora la tasa de apertura, y se te ocurren dos líneas diferentes para probar con tu audiencia. Luego, comienza a configurar las pruebas A/B con tu proveedor de servicios de correo electrónico.

3. Elige tus grupos para las pruebas A/B

A continuación, elige tus dos grupos de prueba. El tamaño depende de tu número total de suscriptores y del propósito de la campaña. En muchos casos, es posible que desees probar toda tu lista de suscriptores, lo que te da una imagen más precisa de lo que funciona mejor con tu audiencia.

En otros casos, la mejor opción es probar con una porción más pequeña de tu lista. Por ejemplo, si estás probando una nueva oferta con tu audiencia, deseas obtener la mayor cantidad de conversiones posible. Por lo tanto, es mejor comenzar probándola con una pequeña parte de tu lista, hasta que te asegures de qué funciona.

Pero, ¿cómo saber cuál es el tamaño de muestra correcto? Esta es una buena regla general: si tu lista de correo electrónico tiene más de 1,000 suscriptores, prueba con el 20% de tu audiencia. Eso implica enviarle una línea de asunto al 10% de tu lista y otro 10% recibirá el correo electrónico con una segunda línea de asunto.

4. Analiza e implementa los resultados de las pruebas A/B

Ahora es el momento de esperar, para luego analizar los resultados. Tu proveedor de servicios de correo electrónico, debe poder decirte qué línea de asunto funcionó mejor. Una vez que sepas cuál fue la más efectiva, envíale un correo electrónico con esa línea de asunto a toda tu lista.

Por supuesto, tu trabajo no termina en ese momento. Continúa haciendo pruebas A/B de tus campañas de correo electrónico en el futuro. Es importante que pruebes una variable a la vez. Hacerlo te permite ver una clara diferencia en el rendimiento de cada correo electrónico. Si pruebas varias variables en un correo electrónico, nunca sabrás qué marcó realmente la diferencia en tus resultados.

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